#8. SI ME LO TIENES QUE EXPLICAR, ¿ES ARTE?
Como os comenté en mi primera entrada, mi madre es historiadora del arte. Gracias a ella tengo la suerte de haber adquirido una sensibilidad por el arte y he podido conocer todas las corrientes artísticas (por supuesto, como todo el mundo, hay algunas que me llaman más la atención que otras).
En el arte moderno y contemporáneo, surge a menudo la frase "si no lo entiendo, no es arte" o “esto lo puede hacer hasta un niño pequeño”. Sin embargo, estas afirmaciones simplistas no capturan la complejidad y profundidad que subyacen en cada obra de arte.
El ser humano tiene la capacidad de desarrollar y expandir su sensibilidad. Está claro que la apreciación artística es un tema sumamente subjetivo, ya que depende en gran medida de las experiencias y emociones individuales de cada persona al entrar en contacto con una obra de arte. No obstante, es posible aprender a trabajar la sensibilidad y la capacidad de análisis y crítica, lo que nos sumerge en un mundo de aprendizaje y reflexión sobre las diferentes formas de expresión artística.
En esta edición de la Galería de Babukali, analizaremos si toda obra artística, aunque sea abstracta o conceptual, puede ser considerada como arte.
El Arte Como Vehículo de Comunicación y Reflexión
Desde los inicios de la humanidad, el arte ha sido un medio de expresión y comunicación, trascendiendo las barreras del lenguaje y del tiempo. Cada obra de arte, ya sea una pintura abstracta, una instalación o una escultura minimalista, lleva consigo la huella de su creador y su contexto cultural.
De esta forma, la necesidad de "explicar" una obra no invalida su valor artístico, sino que enriquece nuestra comprensión y conexión con ella.
Por ejemplo, es indudable la belleza de la obra “El Nacimiento de Venus” de Boticcelli. Pero, ¿por qué se representa a Venus dentro de una concha? ¿Tienen los colores un significado concreto?
El simbolismo detrás de esta obra está relacionado con la belleza, el amor y la fertilidad. Venus, como símbolo de la belleza y la sensualidad, se presenta en un acto de renacimiento y pureza, destacando la conexión entre la naturaleza y lo divino. La representación de la concha y del mar gira alrededor del mito del nacimiento de la diosa Venus. Además, Boticelli desafió las costumbres de su tiempo en esta obra con la representación del desnudo femenino de cuerpo completo, que por aquel entonces no era común en el arte.
Entender esta simbología es sin duda clave para disfrutar de la obra más allá de su belleza.
Pues bien, al igual que en otras corrientes, en el arte moderno y contemporáneo la clave está en comprender las reglas de la obra de arte, el contexto en el que se creó y las motivaciones del artista.
Historia Encarnada en Cada Pincelada y Forma
Detrás de cada obra de arte hay una historia que contar. Desde las pinturas rupestres prehistóricas hasta las creaciones más vanguardistas de hoy en día, cada trazo, color y forma refleja una narrativa única.
Incluso las obras aparentemente abstractas o minimalistas tienen un contexto histórico, emocional o conceptual que las enriquece y las hace significativas para quien las contempla.
El arte moderno y contemporáneo a menudo desafían las convenciones estéticas y buscan en mayor medida transmitir mensajes profundos y reflexivos. Las instalaciones interactivas, las performances artísticas y las obras conceptuales invitan al espectador a cuestionar, reflexionar y participar activamente en la experiencia artística.
La necesidad de "explicar" estas obras no es una debilidad, sino una invitación a sumergirse en su complejidad y descubrir capas de significado. Esto permite al espectador disfrutar de la obra y buscar los detalles de la misma.
“El Jardín de las Delicias” de El Bosco, es de tal complejidad que es difícil creer que fuese posible crear una obra tan enigmática a comienzos del siglo XVI. Resulta imposible apreciar la obra por completo sin una explicación sobre la misma.
Arte y Belleza: ¿debemos ir más allá de la superficialidad?
El contexto en el que se crea y se presenta una obra de arte también influye en nuestra comprensión y apreciación de la misma. Las corrientes artísticas, los movimientos sociales y los acontecimientos históricos moldean el arte de cada época, convirtiéndolo en un reflejo vivo de la sociedad y la cultura.
Explicar este contexto no limita la obra, sino que nos ayuda a contextualizarla y apreciarla en toda su complejidad.
En 1917 Marcel Duchamp presentó su obra de arte “Fontaine” (fuente) en el estudio neoyorquino de Alfred Stieglitz y, pese a su mala fama se convirtió en una de las obras más comentadas del siglo XX. ¿Su intención era estética? No. Por eso defendió que no podemos juzgarla por su belleza (claramente inexistente), sino por iniciar un nuevo acercamiento entre arte y filosofía. En ese momento surgió una nueva corriente, que consideraba que cualquier objeto podría ser potencialmente considerado arte, siendo para los filósofos existencialistas como Jean-Paul Sartre y Martin Heidegger una expresión genuina de la existencia humana en su búsqueda de significado y trascendencia.
Aquí me atrevo a decir que soy de la opinión que aunque una obra sea conceptual o moderna, para disfrutarla es necesario que proporcione una “experiencia estética” y que deberíamos recuperar la presencia de la belleza en el arte. Esto no implica que la obra tenga que ser figurativa, pero sí conectar con el alma, que es al fin y al cabo lo que nos distingue del resto de seres vivos y por lo que el arte es indispensable para el ser humano.
Personalmente, considero que toda obra artística, aunque sea abstracta o conceptual, si tiene detrás una historia, un mensaje y un significado, sí es una obra de arte, desmitificando así la visión superficial del arte moderno y contemporáneo. Coincido con la visión de Tolstoi en su libro “Qué es arte”, en la que sostiene que reducir el arte al placer y al gusto estético es empobrecerlo y propone ver el arte como un medio de comunicación entre los seres humanos, pero el componente de sensibilidad y elevación del ser humano es imprescindible. Es más, considero que es un componente objetivo en el momento de reflexionar si una obra pasará la prueba del tiempo.
En el momento en el que admitamos como arte una obra en la que el propio artista desconoce el impulso de su creación o lo realiza con el mero objetivo de lucrarse por el mero hecho de incluir su firma, habremos afirmado que todo vale.
Arte vs Diseño: dos aproximaciones diferentes
Siguiendo con esta línea de pensamiento, Hegel consideraba al arte como una manifestación del espíritu humano en su evolución hacia la autoconciencia. En su "Estética", afirma: "El arte es la sensibilidad expresada en la forma sensible". Para Hegel, el arte refleja el proceso dialéctico del espíritu humano en su búsqueda de la verdad y la libertad.
Hegel afirma que el arte no solo es una actividad estética o creativa pura, sino que implica cierto grado de conocimiento y, por ello, podemos considerarla como racional, dado que involucra al pensamiento.
Kandinsky (1866 - 1944) es uno de los grandes referentes del expresionismo abstracto. En 1912 publicó el libro “De lo espiritual en el arte”, en el que abogaba por el arte como la salvación del ser humano. El artista se basaba en la música para su creación, por lo que buscaba recrear equivalencias musicales: cadencias, ritmos, contrastes.
Así, también podemos distinguir el arte del mero diseño (esta conversación la tuve con una amiga muy especial y gran escritora, y es un tema que daría para otra entrada de mi newsletter).
Desde el platonismo y la estética kantiana, se considera que el arte busca revelar la belleza y la verdad universal, mientras que el diseño tiene objetivos más utilitarios y funcionales. Mientras que una obra de arte puede ser apreciada por su belleza estética y su capacidad para inspirar emociones, un diseño puede ser evaluado en función de su eficacia para cumplir con ciertos criterios de usabilidad, accesibilidad o comunicación.
Conclusiones: La Belleza de la Interpretación y la Exploración
En definitiva, la afirmación de que "si me lo tienes que explicar, no es arte" es demasiado simplista y limitada para abarcar la riqueza y diversidad del arte moderno y contemporáneo. Cada obra de arte es un universo por descubrir, una invitación a explorar, interpretar y conectar con nuestro ser más profundo. La explicación y el diálogo en torno al arte enriquecen nuestra experiencia y nos permiten apreciar su verdadero valor como expresión humana y cultural.
No obstante, conectar con la obra y buscar la emoción del espectador es necesario, y no podemos olvidar que el arte y la belleza trascienden lo cotidiano. El arte nos permite conectar con emociones profundas y expande la comprensión del mundo y de nosotros mismos.
Así podemos rechazar la idea de que la necesidad de conocer el contexto y mensaje de una obra niega su cualidad artística y abogar por un reencuentro entre el arte y la búsqueda de la sensibilidad, enriqueciendo nuestro mundo artístico y emocional.
“SPOTTED”: LOS ARTISTAS DE ESTE MES1
1. Hasta 1.000€: Juan Pérez de Lodo (@juanperezceramics)
Nace en Oviedo en 1962. A través de sus creaciones, el artista logra elevar la cerámica más allá de su asociación con la artesanía tradicional, convirtiéndola en obras de arte únicas y originales.
Gran parte de su obra se basa en cabezas realizadas a base de cerámica que adquieren complejidad por medio de esmaltados y colores. Estas cabezas son una metáfora del ser humano: los colores, las formas caóticas y entrelazadas simbolizan la creatividad - cualidad intrínseca al ser humano; mientras que las líneas rectas y la falta de color son un reflejo de nuestra parte racional y lógica.
Cuenta con una amplia trayectoria artística que incluye tanto exposiciones individuales y colectivas en España y Portugal, como trabajos para instituciones, como la escultura en bronce que realizó en el año 2010 para el Ayuntamiento de Montehermoso o la escultura de acero inoxidable que diseñó en el año 2013 para los nuevos juzgados de Plasencia.
2. Entre 1.000€ y 3.000€: Beatriz Vázquez (@beatrizvazquez_studio)
Beatriz Vázquez es una pintora española, que utiliza en su pintura abstracta de paisaje la psicología del color y su entorno natural en Asturias, como una fuente de inspiración en constante evolución. Beatriz recibió una formación clásica en la Universidad de Bellas Artes en su ciudad natal, Sevilla, en el sur de España.
Trabajando sobre lienzos de gran formato, con pintura acrílica y al óleo, Beatriz utiliza su investigación en psicología del color para dar a las obras un efecto sensorial: los tonos armoniosos de la obra conectan a su público con el paisaje que crea en cada cuadro. La textura se construye a través de marcas gestuales que imprimen el lienzo, indicativas del tiempo y pensamiento que vuelca en cada una de sus piezas.
Ha sido finalista en varios premios de pintura contemporánea, expone regularmente y vende su obra a una clientela tanto nacional como internacional: Reino Unido, Alemania, Dinamarca y EEUU.
3. Más de 3.000€: Flora Yukhnovich (@flora_yukhnovich)
La artista nacida en el Reino Unido y afincada en Londres estudió retrato en la Escuela de Bellas Artes Heatherley antes de continuar su educación en la Escuela de Arte City & Guilds of London. En su estudio, Yukhnovich transforma su educación técnica en pintura figurativa en un modo de hacer arte más libre e imaginativo.
Las pinturas de Flora Yukhnovich filtran las composiciones rococó y las paletas de colores a través de una lente contemporánea, lo que da como resultado lienzos densamente empastados, casi abstractos, que, sin embargo, evocan frescos de iglesias italianas, impresiones borrosas de desnudos, querubines o figuras femeninas.
Es una de las jóvenes estrellas emergentes más buscadas en el mundo del arte, y sus obras están atrayendo una voraz demanda internacional de coleccionistas y especuladores.
¡Hasta la próxima entrega!
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disclaimer: no son recomendaciones de inversión, pero sí opiniones personales de obras que yo compraría, o artistas a los que seguiría la pista.