Hoy quiero compartirte algo que me tiene especialmente entretenida estos días. Durante el mes de junio he estado cursando una asignatura en la Universidad de Nebrija sobre el mercado del arte (lo sé, no paro quieta)…
En este mes he redescubierto una figura fascinante y muy desconocida para muchos: el marchante de arte. Aunque solemos poner el foco en artistas, museos y galerías, los marchantes han sido —y son— piezas clave en la historia del arte. Son quienes han impulsado carreras, protegido colecciones y marcado tendencias en el mercado.
Retratos de Ambroise Vollard de Valloton (1902), Picasso (1910), Bonnard (1905)
A pesar de que suene como una figura arcaica y desvanecida hoy en día, nada más lejos de la realidad. Por eso, te quiero hablar sobre la importancia del marchante en el mercado del arte.
¿QUÉ ES UN MARCHANTE DE ARTE?
Un marchante es un intermediario profesional entre artistas, coleccionistas, museos y casas de subastas. Su papel va más allá de vender obras: asesoran a compradores, promueven a artistas y participan en la gestión, difusión y preservación de colecciones.
A menudo tienen una relación muy estrecha con los artistas, a quienes ayudan a posicionarse en el mercado, negociar precios y establecer contactos con coleccionistas o instituciones.
En cierto modo, un buen marchante es tan responsable como el artista del éxito comercial y del reconocimiento de su obra.
La figura del marchante aparece con fuerza en el Renacimiento, aunque se profesionaliza realmente en el siglo XIX, coincidiendo con la aparición de galerías privadas y grandes coleccionistas particulares. En ese contexto, los marchantes comienzan a mediar entre artistas y compradores, decidiendo qué obras exponer y a quién ofrecérselas. Eran, en muchos casos, los auténticos prescriptores del gusto.
Hoy su trabajo es aún más complejo. El marchante es quien conecta al artista con el coleccionista, quien media con galerías, subastas e instituciones, por lo que la confianza entre el marchante, el comprador y el artista es imprescindible.
Un momento de la enfebrecida subasta Beautiful inside my head forever, celebrada en el 2008 y con la que Hirst logró 111 millones de libras
Por ponerte un ejemplo, en septiembre de 2008, Damien Hirst realizó una venta histórica en Sotheby's donde subastó 223 obras de su estudio, recaudando más de 140 millones de euros. Esta venta fue un acontecimiento significativo en el mundo del arte, ya que Hirst vendió directamente sus obras sin la intervención de galeristas. No obstante, su éxito fue posible gracias a años de respaldo de figuras como Jay Jopling, que apostó por él cuando era un artista emergente. Jopling no solo le consiguió sus primeras ventas importantes, sino que tejió para él una red de coleccionistas privados, críticos y comisarios que le catapultaron a la fama.
Su caso ejemplifica que en el mercado del arte la independencia absoluta es ilusoria: el respaldo de marchantes y galeristas sigue siendo crucial para construir una carrera sólida y establecer vínculos con coleccionistas.
MARCHANTES CÉLEBRES EN LA HISTORIA
Actuando como sombras de la imagen de pintores o escultores, los marchantes han sido a lo largo del tiempo los hacedores desconocidos del arte. Entre ellos, destacan algunas figuras sin las que movimientos como el impresionismo, el cubismo y otras vanguardias no hubieran tenido su reconocimiento.
De derecha a izquierda: Leo Castelli, Ivan Karp y Andy Warhol
Paul Durand-Ruel: esencial para el éxito de los impresionistas. Apostó por Monet, Renoir, Pissarro o Degas cuando nadie compraba sus obras. Fue de los primeros en organizar exposiciones itinerantes internacionales y garantizar la difusión global de sus artistas.
Daniel-Henry Kahnweiler: marchante de Picasso, Braque, Gris o Léger. Sin él, el cubismo no habría alcanzado la proyección que tuvo. Fue un visionario que supo leer el potencial de los movimientos de vanguardia.
Leo Castelli: clave en el mercado del arte norteamericano del siglo XX. Representó a Jasper Johns, Robert Rauschenberg, Roy Lichtenstein o Andy Warhol. Castelli entendió mejor que nadie la importancia de Nueva York como nuevo epicentro del arte contemporáneo.
Retrato de Paul Durand-Ruel' de Pierre-Auguste Renoir
EL MARCHANTE HOY: ENTRE LA EXCLUSIVIDAD Y LA GLOBALIZACIÓN
Actualmente, los marchantes trabajan en un mercado mucho más amplio, marcado por la internacionalización, las ferias de arte y las subastas online. Muchos de ellos combinan su labor con la dirección de galerías, participando en ferias como Art Basel, ARCO o Frieze.
Sigue habiendo figuras muy influyentes, como:
Larry Gagosian: posiblemente el marchante y galerista más poderoso del mundo. Su red de galerías expone a los artistas contemporáneos más cotizados.
David Zwirner: otro referente global, representa a artistas como Yayoi Kusama o Luc Tuymans.
Helga de Alvear: en España, ha sido clave en la proyección de artistas internacionales y nacionales contemporáneos, además de ceder su colección a su propio museo en Cáceres.
Los marchantes son intermediarios privilegiados para las adquisiciones de museos, pues actúan como asesores sobre precios, procedencias y autenticidades. Muchas de las grandes colecciones privadas y públicas se han formado gracias a sus recomendaciones, llegando incluso a establecer grandes fundaciones de arte como Marguerite y Aimé Maeght. También funcionan como custodios del mercado, mediando en la reventa de piezas y garantizando la calidad y seguridad jurídica de las transacciones.
Ambroise Vollard, hacia 1920
Me está pareciendo apasionante descubrir cómo, tras cada cuadro colgado en un museo o en la pared de una casa, hay una red de relaciones, intereses, apuestas y estrategias que el gran público no suele ver. Los marchantes no solo venden arte: deciden qué arte vale la pena ver y conservar.
Si te interesa el mundo del mercado artístico, te recomiendo seguirles la pista. Son la brújula de lo que vendrá.
Desde aquí quiero agradecer especialmente a Esperanza Belda y la Universidad de Nebrija por haberme acercado a esta fascinante figura en la que poder relacionarme.
Este mes, os he categorizado los artistas como siempre, pero tened en cuenta que los precios pueden ser mayores o menores dependiendo de la pieza y del tamaño de la obra.
1. Hasta 1.000€: Litografía Pablo Ruiz Picasso en Setdart (@setdart_)
Si hay algo que suelo comentar con vosotros es lo difícil que resulta encontrar artistas de cierto recorrido por menos de 1.000 €. Sobre todo, cuando hablamos de nombres históricos o consolidados. Por eso, cuando me topé esta semana con una pieza de Pablo Picasso en Setdart, no pude evitar detenerme.
Bouteille de vieux marc, verre et le journal, 1966. De la serie Papiers Collés.
Se trata del lote 112 de su próxima subasta, abierto hasta el 17 de julio. La obra, titulada “Bouteille de vieux marc, verre et le journal” (1966), pertenece a la conocida serie ‘Papiers Collés’, litografías que Picasso publicó junto a Au Pont des Arts para conmemorar su donación de collages al Musée d'Art Moderne de París.
Lo interesante: la puja arranca en 650 €, con una estimación de 1.200-1.400 €. Teniendo en cuenta su origen editorial y que es una litografía firmada en plancha (no a mano, como es habitual en ediciones de tirada media-alta), es una oportunidad notable para iniciarse en obra gráfica de Picasso con buena procedencia y dentro de precios razonables.
Porque —y esto no es habitual— un Picasso por menos de 1.500 € es ya casi una rareza. La obra mide 64 x 49 cm, sobre papel vélin de Rives, y mantiene todo el carácter cubista de su etapa madura.
Hay un nombre que llevaba tiempo siguiendo y que cada vez suena con más fuerza en ferias y exposiciones: Ana Cardoso.
Ana es una artista portuguesa con una sensibilidad extraordinaria, que combina figuración y simplificación formal en sus pinturas, explorando las relaciones entre lo personal y lo colectivo, la memoria y la emoción. Ha tenido la amabilidad de responder a algunas preguntas para esta newsletter, y me apetecía compartir aquí un pequeño extracto.
Untitled, 2024, acrylic on wood panel, 106 x 135 cm
Preguntándole que cuándo supo que se dedicaría al arte, Ana confiesa que no hubo un momento concreto, sino un camino natural: "como muchos niños, empecé dibujando y guardando el dinero de los cumpleaños para comprar ceras de colores. Descubrí la pintura al óleo con 10 u 11 años y supe que ahí había algo importante para mí."
Su abuelo materno, buen dibujante, solía corregir sus dibujos los domingos por la tarde. Un detalle precioso que explica mucho de la delicadeza de su obra.
Untitled, 2023, acrylic on wood panel, 130 x 127 cm
En sus cuadros siempre deja espacio para que el espectador complete el sentido. De hecho, Ana sostiene que sus obras no están completas hasta que alguien las contempla.
"No hay límites claros entre lo que es mío y lo que pertenece al otro. Quiero que quien mire mis cuadros pueda construir su propia memoria a partir de lo que propongo, sin que mi intención lo domine todo."
Untitled, 2025 Acrylic on wood panel, 90 x 75 cm
Sobre su proceso creativo, Ana me contó que la música es su primer acto cada mañana en el estudio. La canción que elige marca el tono de su día, y suele ser música portuguesa. También es una gran buscadora de imágenes, tanto en libros como viajando, y considera los viajes —y las pausas— imprescindibles para el proceso creativo.
Ana Cardoso será sin duda una artista de la que seguiremos escuchando. Te recomiendo que sigas su trabajo: sus piezas respiran honestidad, memoria y belleza suspendida en silencio.
Otro nombre que no podía faltar en nuestra newsletter este mes es el de Mico Rabuñal. Artista joven, con una pintura potente y de carácter muy personal, Rabuñal ha sabido construir un lenguaje visual propio donde la figuración convive con atmósferas simbólicas y melancólicas. Vi sus obras en ArtMadrid y son increíbles, cargadas de personalidad y muy distintas.
Cassette El Fary Grandes Exitos. Técnica mixta sobre talla directa en mármol blanco Thassos, aluminio y resina.
Su obra mezcla referencias clásicas y contemporáneas, con un uso muy particular de la luz, los rostros ensimismados y los escenarios a medio camino entre lo onírico y lo cotidiano. Lo fascinante de su pintura es esa capacidad de sugerir más de lo que muestra, dejando siempre un espacio de misterio para el espectador.
Rabuñal es de esos artistas que te obligan a detenerte. Sus personajes parecen estar conteniendo un secreto que nunca llega a desvelarse del todo.
Totem Sugus.Técnica mixta sobre talla directa en mármol. 30x15x13cm.
Si no le tienes fichado aún, te recomiendo que sigas su trabajo, porque se perfila como uno de esos nombres discretos pero imprescindibles del panorama contemporáneo. Además, tiene piezas muy asequibles por debajo de los 1.000€ y me parece un artista muy bueno para añadir a tu colección de arte. Yo lo tengo claro: quiero los sugus.
No son recomendaciones de inversión, sino recomendaciones basadas en la trayectoria del artista, formación, exposiciones y gusto personal. Los precios pueden variar en función de la obra en concreto, pero se intenta que se ajusten lo máximo posible.