En esta edición de "La Galería de Babukali", coincidiendo con la Semana Santa, me apetecía apartarme un poco del arte moderno para adentrarnos en una de las escenas más emblemáticas y simbólicas de la historia del arte: la Última Cena.
Esta representación icónica narra un momento crucial en la Biblia, por lo que ha sido un tema recurrente en el arte desde la Edad Media hasta la actualidad.
Por eso hoy exploraremos las diversas representaciones que han surgido a lo largo de la historia y las coincidencias simbólicas presentes en las obras de diferentes artistas, en diferentes movimientos y épocas.
La disposición de la escena.
Las primeras representaciones de La Ultima Cena se plantearon de diferentes maneras, pero poco a poco se llegó a una habitualidad en la representación de esta escena.
En primer lugar, si la mesa fuese rectangular lo habitual sería que Cristo estuviera sentado a un extremo, como lo haría el “padre de familia”, pero entonces quedaba a un lado de la obra y no se le daba una importancia a la figura central.
Mosaico de San Apolinar Nuevo, principios del siglo VI, Rávena, Italia.
Por otro lado, al tratarse de una escena en la que hay trece personas alrededor de una mesa, se plantea el problema de dejar a la mitad de los discípulos de espaldas, sin poder ver el espectador todos los personajes de la escena. Si a ello le añadimos las aureolas para representar la santidad de los apóstoles, la representación de los discípulos que quedan de espaldas se ve extraña al ojo del espectador.
“La Ultima Cena”, Giotto, 1305. Capilla de los Scrovegni.
Por ello, poco a poco se fue introduciendo en esta escena la habitualidad de representar a Jesús en el centro de la obra con los discípulos a su lado y a Judas de espaldas o en un lado opuesto para identificarlo más fácilmente.
Esta disposición iconológica responde a la visión del espectador, y se convierte en canónica en los cenáculos de Florencia, en pleno Renacimiento.
“La Última Cena” Pietro Perugino, 1493-1496. Cenacolo de Fuligno.
La simbología alrededor de los doce apóstoles.
Dado que se trata de una escena en la que encontramos varios personajes, también se fue desarrollando una habitualidad en la representación de alguno los apóstoles, de tal manera que el espectador los reconociese fácilmente.
En primer lugar, si ves alguna representación de la Ultima Cena, es habitual que uno de los apóstoles se muestre recostado junto a Jesús, o incluso dormido. Este apóstol es Juan, y se representa de esta manera en alusión a las referencias bíblicas sobre su postura con cualidades expresivas significantes que facilitan su identificación.
“La Ultima Cena”, Valentin de Boulogne, 1625-1626. Galleria Nazionale di Palazzo Barberini.
Por otro lado, Judas se suele representar con la bolsa de las treinta monedas de plata por las que venderá a Cristo, anunciando de esta manera su traición. También podemos encontrar algunas obras en las que se ve a Judas apartado de la escena o de espaldas, a contrario de los demás.
Leonardo Da Vinci y su Interpretación Revolucionaria.
La obra de Leonardo Da Vinci es una de las representaciones más influyentes de "La Última Cena".
“La última cena”, Leonardo da Vinci. 1498. Refectorio del Convento Santa Maria delle Grazie, Milán, Italia.
En esta pintura mural ubicada en el convento de Santa Maria delle Grazie en Milán, Da Vinci rompe con las convenciones artísticas de su tiempo al crear una escena dinámica y llena de expresión emocional.
El Simbolismo de la Composición y los Gestos:
En la obra de Da Vinci, cada gesto y posición de los personajes tiene un significado simbólico profundo. Desde la sorpresa de los discípulos hasta la serenidad de Jesús en el centro, la composición refleja las diferentes reacciones ante la revelación de que uno de ellos traicionaría a Jesús.
Si os fijáis, Da Vinci hace una separación de los apóstoles en 4 grupos de 3. Los gestos de las manos, las miradas y la disposición de los elementos en la mesa son detalles cargados de simbolismo y dramatismo.
De acuerdo con algunos investigadores, Da Vinci reflejó en el fresco de La Última Cena su concepción filosófica sobre la llamada triada platónica, conformada por los valores de la Verdad, la Bondad y la Belleza. En la pintura, la triada platónica está representada en tres de los cuatro grupos de personajes. Se presume que el conjunto situado al extremo derecho del fresco podría ser la representación de Platón, Ficino y el mismo Leonardo autorretratado, quienes mantienen una discusión sobre la verdad de Cristo.
Perspectiva y puntos de fuga en los elementos:
Leonardo usa la perspectiva en punto de fuga o perspectiva lineal, característica del arte del Renacimiento. El foco principal es Jesús, centro de referencia de la composición. De este modo, todos los puntos convergen en él, por lo que su posición con los brazos extendidos y mirada tranquila equilibra la obra. Además, el triángulo formado por la figura de Jesús enfatiza su papel central y divino en la escena.
La Última Cena destacó por su innovadora técnica y uso de perspectiva. Gracias a la representación de las 3 ventanas, Da Vinci crea un sentido de profundidad y realismo en la obra. Su dominio del sfumato, técnica de difuminado de contornos, le permitió lograr transiciones suaves entre luces y sombras, creando un efecto tridimensional único.
Conclusión: La Profundidad Simbólica en el Arte Religioso
En conclusión, "La Última Cena" es mucho más que una simple narrativa bíblica; es un festín de simbolismo, emociones y significados profundos que han cautivado a artistas y espectadores a lo largo de los siglos. Desde la obra visionaria de Leonardo Da Vinci hasta las reinterpretaciones modernas, esta escena sigue siendo un tesoro de la iconografía cristiana y un testimonio de la riqueza simbólica del arte religioso. Ejemplos notables incluyen la la obra de Tintoretto, donde se enfatiza la tensión dramática entre los personajes, y la versión de Salvador Dalí, que interpreta la escena desde una perspectiva surrealista y psicológica.
“La primera Eucaristía” Juan de Juanes, mediados del siglo XVI. Museo del Prado.
Espero que esta inmersión en la simbología de "La Última Cena" enriquezca tu comprensión del arte y te invite a explorar más a fondo las obras maestras que han dejado una huella indeleble en la historia del arte.
Estaba deseando contaros sobre la obra de María Armada, no solo porque la conozco desde el colegio, sino porque tiene una sensibilidad y feminidad que refleja en sus esculturas de una manera única.
Cada una de las obras de Leonarda es una pieza única que captura la belleza y autenticidad de la naturaleza. El objetivo de Leonarda es inmortalizar la fragilidad de lo efímero en una metáfora sobre el paso del tiempo. Su enfoque artístico se centra en la fusión entre elementos naturales y materiales industriales. Su proceso de creación es una colaboración entre lo orgánico y lo artificial, una conversación entre lo efímero y lo duradero.
“Odessa” 90x65x9cm y “Odilia” 90x65x9cm. 2024.
En cada una de sus obras, Leonarda incorpora cuatro elementos esenciales: cemento, hierro oxidado, cuerda y ramas. Estos materiales juegan un papel fundamental en la narrativa de sus esculturas. Esta unión entre materiales crea una armonía entre la solidez y la fragilidad, una metáfora de la vida y su equilibrio constante.
“Daniela” 2024. Hoja sobre cemento oxidado.
Si hay algo que caracteriza a un artista de éxito es su capacidad de reflejar su personalidad en sus obras. Las de María reflejan su sensibilidad, personalidad, frescura y feminidad.
No dudo que tendrá mucho éxito y ya está colaborando con algunas galerías de Madrid.
2. Entre 1.000€ y 3.000€: Jimmy Millán (@jimmy_millan)
Jaime Millán Ramírez es un artista joven de Jaén, con un estilo minimalista e inconfundible.
Artista plástico cuyos collages se han visto en colaboraciones con grandes marcas como Telva o Bulgari. Con el tiempo su enfoque se ha vuelto más personal y reflexivo, creando un lenguaje propio y característico que le ha abierto las puertas a proyectos tanto nacionales como internacionales.
“Pasado, presente y futuro” 75x105cm, 2023. Collage de técnica mixta
Con más de 50 exposiciones desde 2015 en España, Portugal, Reino Unido, Alemania y Corea del Sur, Millán tiene estudio visitable en Madrid y también trabaja por encargo.
Te invito a que sigas sus obras en instagram y que te hagas con una de ellas lo antes posible.
Eduardo Pérez-Cabrero es artista plástico, nació en Barcelona en 1961. Trabaja entre su ciudad natal, la Costa Brava y Miami (USA). Su obra se caracteriza por la influencia del Mar Mediterráneo y su cultura. Su producción es fundamentalmente en escultura, con referencias orgánicas.
Las esculturas de Eduardo Perez Cabrero son poderosas, rotundas y al mismo tiempo sencillas. Seducen por la vista y despiertan las ganas de tocarlas. Hechas en resinas, cemento, aluminio, latón, fibra de vidrio, etc., son grandes volúmenes de líneas redondeadas y formas orgánicas.
“WILL TAKE YOU UP TO THE STARS”, 350 x 550 cm, 2021. 400 piezas de cerámica.
Algunas presentan torsiones imposibles, las hay que desafían la gravedad y otras están formadas por centenares de unidades de cristal o metal que, ancladas en una pared, crean efectos de luces y sombras, evocando lejanas galaxias en forma de espiral o de elipse.
Tiene obra presente en colecciones privadas en España, Andorra, Francia, Italia, Alemania, Estados Unidos, México y Rusia. En Barcelona está presente en el Hotel Majestic y en Madrid en el Hotel Four Seasons, con 12 piezas, dos de las cuales se encuentran en el lobby.
